Donde nunca deberíamos estar.
Derivada de
los vocablos "geo" (Tierra) y "pathos" (enfermedad,
sufrimiento) la palabra geopatía se utiliza para denominar aquellos
lugares, en los que tras largas permanencias sobre los mismos,
pueden contribuir a la evolución degenerativa de una enfermedad e incluso a ser
la causa directa de la misma.
Las
zonas geopatológicas son lugares donde la emisión de las radiaciones
electromagnéticas que emanan de la Tierra pueden afectar a la salud física o
psíquica de las personas. También afectan a los animales y plantas. Por el
contrario proporciona vitalidad a gran parte de los insectos (puede que a
todos, ya que su nivel vibracional es más bajo que el de personas, animales y
plantas). Todos los hormigueros por lo general están situados sobre una
geopatía, y el primer tramo de la senda que trazan las hormigas suele seguir
una línea de las redes Hartman o Curry. Las abejas en libertad hacen sus
colmenas sobre una geopatía. Los apicultores que sitúan sus colmenas sobre el
cruce de una red telúrica consiguen un notable incremento en la producción de
miel de sus colmenas, además de aumentar la población de las mismas con abejas
de otras colmenas que llegan hasta allí siguiendo una de sus líneas; esto les
da vitalidad y en sus salidas efectúan recorridos más largos, lo cual
incrementa la recolección de polen.
El nivel vibracional óptimo en las distintas
especies, quedaría de la siguiente
manera:
- las bacterias entre 3000 y 4000
UB,
- los insectos vibran entre 3500 y
4500 UB,
- los reptiles entre 4500 y 6500 UB,
- los peces entre 6000 y 7200 UB
- las aves entre 6500 y 7800 UB,
- los mamíferos entre 6000 y 8000
UB,
- las plantas entre 7000 y 7500 UB,
- los árboles entre 7000 y 7800 UB,
y
- los humanos entre 7000 y 8500 UB.
El cuerpo humano encuentra su estado
óptimo de salud entre 7000 y 8500 UB. Se considera nociva para la salud toda
radiación que esté por debajo de las 6000 UB.
Las
radiaciones que podemos encontrar en un punto geopático pertenecen todas al
espectro no visible de la luz: rayos cósmicos, rayos gamma, rayos X, rayos
infrarrojos, rayos ultravioletas y partículas alfa y beta. Estas radiaciones
crean en su vertical una gran cantidad de iones positivos, que descompensan aún
más el equilibrio iónico del aire que respiramos.
Hay que tener en cuenta que estas
radiaciones, tanto en cantidad como en composición, varían según el tipo de
geopatía. Son cantidades muy pequeñas, casi indetectables, pero suficientes
como para alterar nuestra salud si permanecemos mucho tiempo sobre ellas.
Afectan principalmente al sistema nervioso, endocrino y hormonal. La célula
actúa como un circuito electrónico resonante que se ve afectado por las
frecuencias electromagnéticas naturales y artificiales. El ambiente con
ionización altamente positiva que producen las radiaciones electromagnéticas
favorecen la aparición de radicales libres que dañan la membrana celular.
El terreno ideal debe tener una
calidad biótica de 8500 UB, es decir, ésta es la medición que deberíamos
encontrar en las zonas libres de geopatías. Esto no siempre es posible. Se
suelen encontrar estas calidades bióticas del terreno, principalmente, en
lugares arbolados y en estribaciones de las montañas. Si el lugar donde vivimos
no sobrepasa las 7000 UB no es razón para preocuparse, simplemente es
mejorable.
La geopatía más grave que podríamos
localizar sería la superposición de una vena de agua subterránea, una chimenea
cosmotelúrica y un Punto Estrella en el cual las líneas Hartmann fuesen de 4º
orden. Creo que un nombre correcto para esta geopatía podría ser “PUNTO LETAL”.
Su lectura rondaría las 100 UB. Ignoro si este caso se da en algún lugar del
mundo. Hay quien afirma que existen registros por debajo de 0 UB; con todos mis
respetos, no considero válida esa información.
Analicemos con lógica los datos disponibles.
El cuerpo humano vibra entre 7000 y
8500 UB, y las bacterias entre 3000 y 4000 UB. El lugar donde más tiempo
pasamos es en la cama. Imaginemos que en este punto la calidad biótica es de
8000 UB. Nuestras defensas se encontrarán en un nivel óptimo; por el contrario
a las bacterias que constantemente nos asedian estarán más pasivas. Por el
contrario, si dormimos sobre una geopatía de 5000 UB, el proceso actúa a la
inversa.
Un fumador empedernido puede
contraer un cáncer de pulmón por el deterioro que el humo hará en sus pulmones;
pero si duerme en el sitio correcto sin geopatías, sus defensas evitarán en lo
posible que sus células se vuelvan cancerígenas, y por tanto no desarrollará la
enfermedad o tardará más tiempo en hacerlo. Si por el contrario duerme sobre
una geopatía, el proceso evolutivo de su enfermedad se acelerará. Todas las
enfermedades, incluso un resfriado o una gripe, las solemos tomar cuando
tenemos bajas las defensas, y el dormir sobre una geopatía hace que nuestro
sistema inmunitario se debilite.
Todos nacemos con una alta
sensibilidad radiestésica, la perdemos en los primeros meses o años de vida. ¿A
alguien le resulta familiar encontrarse a su bebé encogido en su cuna o
durmiendo cabeza abajo? Es muy probable que esté sobre una geopatía y huya de
ella. Al final se acabará acostumbrado y dormirá sobre ella sin alterarse,
igual que los mayores.
Si usted ha sido una persona sana y
unos años después de cambiar de domicilio está siempre con problemas de salud,
piense que probablemente esté sobre una geopatía. Según la importancia de la
misma tardará, más o menos tiempo en afectar a su organismo. Un Punto Estrella,
una chimenea telúrica, o una línea Hartmann de 2º, 3er o 4º
orden podrían hacer contraer una enfermedad grave en un periodo de 10 a 15 años
como máximo, y una enfermedad degenerativa en unos años más. Hay que tener en
cuenta que también intervienen otros factores: genéticos, víricos,
contaminantes, intoxicantes, traumáticos, etc., que contribuyen al hecho de que
a todas las personas una misma geopatía no afecte de igual manera.
Un detalle curioso, si una persona
que duerme sobre una geopatía se acostumbra a la misma, y cuando no está sobre
ella desarrolla una especie de "memoria" que hace que inconscientemente
la busque. Trataré ser más claro. A una persona afectada por una geopatía que
le ofrezcamos elegir un lugar para sentarse en una mesa, elegirá sin ser
consciente de ello, en un porcentaje muy alto, una silla situada en la vertical
de una geopatía.
La teoría es que una geopatía
importante tiene que ver directa o indirectamente con al menos el 80% de los
casos de cáncer que se dan en el mundo.
No debemos pensar que estas redes
telúricas se encuentran en la naturaleza para dificultarnos la existencia.
Posiblemente sin ellas no habría insectos, y puede que sin insectos no hubiese
vida. Horadamos montañas, desviamos cauces, realizamos infinidad de vertidos,
desforestamos bosques enteros, construimos sobre napas, destruimos la capa de
ozono, etc.; simplemente debemos ser respetuosos con la naturaleza, y no
intentar adueñarnos de todo. Hay lugares que no han sido creados para nuestro
uso y el saltarnos todas las normas lógicas puede costarnos la salud y a veces
la vida.
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